Hoy más que nunca tenemos que esforzarnos juntos para garantizar un futuro sostenible. Si tú también te has preguntado cómo puedes poner tu granito de arena, especialmente cuando trabajas en la industria de la construcción, debes saber que el cemento ecológico es una alternativa prometedora que responde tanto a tus exigencias de calidad y durabilidad como a la necesidad de proteger nuestro entorno.
Conocido también como eco-concreto o cemento verde, este material ecológico para construcción se está convirtiendo en la elección predilecta para proyectos que buscan minimizar su impacto ambiental. Acompáñanos a descubrir todo lo que necesitas saber sobre él, cómo se trabaja y dónde lo puedes encontrar.
La industria del cemento y las emisiones de CO2
La industria del cemento es una de las principales productoras de CO2 a nivel mundial, contribuyendo con aproximadamente el 8% del total de emisiones del planeta. Este dato no es menor, especialmente cuando consideramos que el hormigón, producto derivado del cemento, es el segundo material más utilizado en el mundo después del agua.
La fabricación convencional de cemento tiene un alto costo ambiental: se estima que por cada tonelada de cemento producido, se liberan cerca de 0.9 toneladas de CO2 a la atmósfera. Con una producción anual de cerca de 4.5 giga toneladas, las implicaciones que tiene para el cambio climático son enormes.
Avanzar hacia la sostenibilidad en una industria como la del cemento no solo tiene que ver con producir materiales ecoamigables, también implica considerar todo el impacto ambiental de un producto a lo largo de su ciclo de vida, desde su fabricación hasta su disposición final.
¿Qué es el cemento ecológico?
El cemento ecológico se fabrica sustituyendo una porción significativa del cemento Portland tradicional por otros componentes que generan menos CO2 durante su producción, como puzolanas, arcillas calcinadas, cenizas volantes y productos reciclados, lo que le permite reducir hasta el 45% de la huella de carbono.
Por ejemplo, se utilizan menos temperaturas en la fabricación de las arcillas calcinadas (aproximadamente 800 °C) en comparación con los 1500 °C necesarios para producir cemento Portland, lo que puede reducir las emisiones de CO2 hasta en un 40%.
Una de las características del cemento ecológico es su capacidad para incorporar subproductos de otras industrias, transformando residuos que de otro modo terminarían en vertederos en componentes útiles para la construcción. Además, el cemento ecológico puede ofrecer un significativo ahorro en el consumo de agua, ya que requiere menos no solo en su producción sino también en su aplicación.
Dependiendo de su composición, este material también puede disminuir la emisión de compuestos orgánicos volátiles nocivos. Además, es extremadamente versátil y puede ser empleado en una amplia gama de aplicaciones, desde estructuras residenciales hasta pavimentos y prefabricados. Su transpirabilidad, que permite el paso de humedad y aire, lo hace ideal para construcciones que requieren una buena ventilación, contribuyendo así a la salud de los ocupantes y la durabilidad del edificio.
El cemento ecológico no solo es una elección prudente por su menor impacto ambiental, sino que también ofrece beneficios a largo plazo como su durabilidad y la posibilidad de reciclaje al final de su vida útil. Por si fuera poco, su uso puede facilitar la obtención de certificaciones de construcción sostenible, tales como LEED, BREEAM o WELL, que son cada vez más valoradas en el sector de la construcción.
¿Cómo se hace el cemento ecológico?
El cemento ecológico es el resultado de un largo proceso de investigación e innovación aplicado a la industria de la construcción. Entre los componentes más utilizados para la fabricación de cemento ecológico se encuentran las puzolanas, las escorias de alto horno, las cenizas volantes y los microsílices. Estos materiales, que pueden ser subproductos de otras industrias, como minera, contribuyen a la reducción de los contaminantes y son fundamentales para la eficiencia energética del producto final.
Por ejemplo, el uso de cenizas es muy socorrido, ya que estas cenizas son capturadas de los procesos industriales y utilizadas para reemplazar una parte significativa del clinker, componente principal del cemento Portland. Este reemplazo no solo reduce la necesidad de materiales vírgenes, sino que también disminuye considerablemente la energía requerida durante el proceso de fabricación.
Además de ser más eficiente energéticamente comparado con el cemento tradicional, el Eco Cemento ofrece una notable reducción en la emisión de gases de efecto invernadero. Algunos tipos de cemento ecológico están avanzando hacia la neutralidad total de carbono, lo que representa un paso significativo hacia la construcción de infraestructuras más sostenibles y respetuosas con el medio ambiente.
¿El cemento ecológico se comporta igual que el cemento Portland tradicional?
El concreto ecológico está diseñado para cumplir con las mismas rigurosas especificaciones técnicas que el cemento Portland tradicional, asegurando que su rendimiento en términos de resistencia y durabilidad sea comparable. Sin embargo, es fundamental tener en cuenta algunas variaciones que pueden surgir debido a su composición única.
En términos de resistencia y durabilidad, el cemento ecológico muestra un desempeño comparable al del cemento tradicional. Incluso, puede ofrecer ventajas adicionales en aplicaciones que requieran menores calores de hidratación o donde se necesiten características especiales de durabilidad.
Dependiendo del diseño específico de la mezcla, el cemento ecológico puede requerir ajustes en la cantidad de agua y aditivos. Esto se debe principalmente a las diferentes propiedades de absorción y reactividad de los materiales reciclados incorporados.
El tono del cemento ecológico puede variar ligeramente debido a los materiales reciclados o alternativos incorporados en su producción. Esta característica no afecta su calidad estructural, pero sí puede influir en la estética final del concreto. Además, el color de la mezcla final también puede ser afectado por los tipos de agregados utilizados, la cantidad de agua, el proceso de curado y las técnicas constructivas empleadas.
En conclusión, si bien existen algunas variaciones menores en el comportamiento del cemento ecológico comparado con el cemento Portland tradicional, estas no comprometen su eficacia y, de hecho, pueden ser beneficiosas en proyectos que valoran tanto la sostenibilidad como la funcionalidad y la estética.
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