La construcción sostenible, desde los pequeños proyectos de albañilería local hasta las grandes obras de infraestructura urbana, ha pasado de ser una tendencia a convertirse en una necesidad urgente para la industria. Con el aumento de la preocupación por el cambio climático y la presión de las empresas, usuarios, gobiernos y organizaciones internacionales para reducir las emisiones de carbono, la responsabilidad ambiental se ha convertido en un pilar de cualquier proyecto de construcción moderno.
Hoy exploraremos cómo se ve realmente la construcción sostenible, y algunas de las innovaciones más importantes en materiales sostenibles, como el cemento HS, junto con algunas estrategias de diseño para garantizar el mínimo impacto ambiental mientras se maximizan los beneficios para el entorno.
¿Qué entendemos exactamente por “construcción sostenible?
La construcción sostenible se define como el proceso de crear estructuras y usar procesos que son ambientalmente responsables y eficientes en el uso de los recursos a lo largo del ciclo de vida de una edificación. Esto incluye la planificación, el diseño, la selección de materiales, la construcción, el funcionamiento, el mantenimiento y la eventual demolición de los edificios.
Entre los principios fundamentales de la construcción sostenible se encuentran:
- Eficiencia energética: Uso de tecnologías y materiales que optimizan el consumo de energía durante la construcción y a lo largo de toda la operación o funcionamiento.
- Reducción de emisiones de CO2: Disminución activa de la huella de carbono durante todas las fases del proyecto. Estas emisiones pueden venir de diversas fuentes, desde el proceso de fabricación de los materiales hasta el combustible que se necesita para trasladarlos o para echar a andar la maquinaria de construcción. Los sistemas que consumen electricidad también causan emisiones de CO2 directa o indirectamente.
- Uso de materiales sostenibles: Incorporación de materiales ecológicos y reciclados que reducen el impacto ambiental.
- Conservación del agua: Optimización del uso del agua mediante sistemas hidrosanitarios y grifería más eficientes y la implementación de sistemas de recolección de agua de lluvia y reciclaje de aguas grises.
- Gestión de residuos: Minimización de la generación de residuos y maximización de su reciclaje.
Materiales sostenibles y su innovación
En la construcción sostenible, el uso de materiales ecológicos desempeña un papel protagónico para minimizar el impacto ambiental. Cada vez se desarrollan productos más eficientes, duraderos y menos contaminantes, y diversas organizaciones internacionales, como la Global Cement and Concrete Association (GCCA), generan y promueven estrategas para lograr el objetivo de carbón neutro al 2050 en nuestra industria.
Actualmente, entre los materiales estratégicos para una construcción resalta el cemento tipo HS (High Sulfate resistance o alta resistencia a los sulfatos). Este tipo de cemento ha sido diseñado para soportar entornos altamente corrosivos, como aquellos en contacto con suelos húmedos o aguas con altas concentraciones de sales, lo que lo hace ideal para construcciones en zonas costeras o subterráneas.
Además de su resistencia, el cemento HS está formulado para ser más sostenible, reduciendo su huella de carbono en su proceso de fabricación. Esto se logra a través de la incorporación de materiales reciclados, como cenizas volantes o escorias de alto horno, que también mejoran las propiedades del concreto resultante.
Beneficios de usar cementos HS
El uso de cementos HS en proyectos de construcción sostenible ofrece múltiples ventajas:
Mayor durabilidad: El cemento HS es resistente a la corrosión causada por el contacto con suelos y aguas agresivas. Esto prolonga la vida útil de las estructuras, reduce la necesidad de reparaciones y mantenimiento y, por ende, disminuye el uso de materiales adicionales y la generación de residuos.
Menor huella de carbono: Según los especialistas, una tonelada de Clinker emite hasta 0.9 toneladas de CO2 al medio ambiente. Al incorporar materiales reciclados y reducir la cantidad de clínker en su composición, el cemento HS contribuye a una disminución significativa en las emisiones de CO2 asociadas con la producción de cemento.
Reducción de costos a largo plazo: Aunque el costo inicial puede ser un poco más elevado, la durabilidad y el bajo mantenimiento de las estructuras construidas con cemento HS compensan ampliamente la inversión inicial.
Sostenibilidad integral: Al utilizar cemento antisalitre (HS), las edificaciones son más resistentes en entornos agresivos, lo que las convierte en opciones más ecológicas y económicas para proyectos que buscan certificaciones de construcción sostenible, como LEED (Liderazgo en Energía y Diseño Ambiental).
Diferencias de un cemento tradicional y un cemento ecológico
Estrategias de diseño y técnicas de construcción ecológica
Además de los materiales sostenibles, las estrategias de diseño inteligentes son la otra cara de la moneda en la creación de edificaciones responsables con el medio ambiente.
Por ejemplo, al aprovechar la orientación del edificio, la ventilación natural y el uso de la luz solar para reducir el consumo energético, el diseño pasivo puede disminuir por sí solo y de manera significativa la necesidad de calefacción, refrigeración e iluminación artificial. Esto también implica diseñar edificios que utilicen el espacio de manera más eficiente, reduciendo la cantidad de materiales requeridos para su construcción y el impacto ambiental durante su funcionamiento.
También es importante considerar e implementar sistemas de energía renovable como paneles solares, calefacción geotérmica o turbinas eólicas, que aseguran un consumo energético más limpio y económico a largo plazo.
Impacto ambiental y medición de sostenibilidad: ¿Cómo sabemos qué funciona mejor para el planeta?
El impacto ambiental de la construcción se mide a través de una serie de indicadores que permiten evaluar el grado de sostenibilidad de un proyecto. Se requieren herramientas de simulación avanzada y metodologías precisas para lograr proyecciones realistas, pero cada vez más profesionales se enfocan en diseñar edificaciones que no solo sean rentables y estéticas, también medioambientalmente responsables.
Los principales indicadores para saber si un proyecto es o no sostenible son:
- Emisiones de carbono: Emisiones de gases de efecto invernadero producidas a lo largo del ciclo de vida de la construcción, desde la extracción de materiales hasta la demolición.
- Consumo energético: Cantidad de energía utilizada en la construcción y funcionamiento del edificio, así como el porcentaje de energía renovable incorporada.
- Consumo de agua: Intensidad de uso de agua potable y efectividad de los sistemas de reciclaje de agua en las instalaciones.
- Generación de residuos: Cantidad de residuos generados durante el proceso de construcción y la proporción de estos que son reciclados o reutilizados.
- Materiales reciclados: Proporción de materiales reciclados o de origen sostenible empleados en la construcción.
La medición de sostenibilidad es importante para garantizar el cumplimiento de normativas y certificaciones, pero también permite a las empresas de construcción optimizar recursos, reducir costos operativos y mejorar su imagen pública, lo que la convierte en una inversión muy inteligente a mediano y largo plazo.
¿Cuál es el futuro de la construcción sostenible?
Sin duda, se han hecho grandes avances en la construcción sostenible, pero, de acuerdo con algunos expertos, la industria sol está dando los primeros pasos y el futuro traerá avances tecnológicos aún más disruptivos y una conciencia ambiental que ya no será la excepción, sino la regla.
Se pronostica que los cementos con menor contenido de clínker y mayores proporciones de materiales reciclados seguirán evolucionando para ser más eficientes y sostenibles. La incorporación de nanomateriales permitirá crear estructuras más ligeras y resistentes, al tiempo que se reducirá el consumo de recursos, y la digitalización de la construcción seguirá mejorando la planificación y monitorización de los proyectos, permitiendo una mayor eficiencia y control de los recursos.
También hay que tomar en cuenta que, a medida que las normativas ambientales de construcción se vuelven más estrictas, las empresas deberán adaptarse a cumplir con certificaciones más rigurosas, lo que impulsará aún más el uso de materiales ecológicos y técnicas sostenibles.
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