Debido a su dureza y resistencia, la piedra natural ha sido un elemento clave en la construcción desde la antigüedad, a tal grado que actualmente se conservan edificaciones enteras construidas con este material y que tienen quinientos años o más.
Aunque fue un pilar clave de la arquitectura en el pasado, hoy en día existen técnicas y materiales de construcción más modernos y eficientes, como el cemento, y la piedra ha pasado de ser un elemento estructural primario a ser principalmente un componente no estructural o decorativo.
En este artículo conocerás los diferentes tipos de piedras disponibles en Perú para la construcción, sus propiedades y aplicaciones, así como algunas maneras de trabajarla para darle ese acabado final que caracteriza a los diseños con piedra natural.
¿Cuáles son los usos actuales de la piedra en la industria de la construcción?
Aunque la mayoría de las edificaciones ya no se basan en estructuras de piedra, como en la edad media, esta continúa siendo un material muy usado en la industria de la construcción moderna. Veamos algunos de los usos más comunes de diferentes tipos de piedras:
Cimientos y estructuras de soporte
En la base de cualquier edificación duradera están los cimientos, y la piedra es a menudo elegida para esta función crítica debido a su robustez y resistencia al desgaste. El basalto, conocido por su dureza extrema y resistencia a la compresión, es ideal para soportar cargas pesadas, lo que lo hace perfecto para estructuras que requieren un soporte sólido.
Muros y fachadas
La piedra se utiliza ampliamente en muros y fachadas para agregar tanto funcionalidad estructural como atractivo visual. Por ejemplo, la piedra laja, con su textura y color natural, proporciona un acabado rústico y artístico ideal para fachadas exteriores y muros decorativos internos. Por su parte, el travertino, con su acabado elegante y poroso, es frecuentemente elegido para fachadas de edificios de lujo, aportando un toque de sofisticación y distinción. Una de las grandes ventajas de utilizar acabados de piedra para muros y fachadas es su durabilidad extendida y que requiere mucho menos mantenimiento que otros acabados.
Pisos y decoraciones interiores
Piedras como el mármol, el granito y la piedra caliza se adaptan a diferentes estilos y necesidades, y su versatilidad fomenta su uso en una gran variedad de aplicaciones interiores, desde pisos hasta elementos decorativos como chimeneas, encimeras y revestimientos de pared.
El mármol, aunque tiene un costo elevado, sigue siendo una de las elecciones preferidas cuando se desea lograr una sensación de lujo, por lo cual lo vemos con frecuencia en áreas de alto impacto visual como entradas y salones. Por su parte, el granito, por su durabilidad y fácil mantenimiento, es comúnmente utilizado en pisos de áreas con mucho tráfico y en cocinas. La piedra caliza, con su color claro y textura suave, es excelente para crear ambientes cálidos y acogedores, siendo una opción popular para pisos de salas de estar y baños.
Tipos de piedras para construcción y sus características
Hay muchos tipos de piedras que se utilizan en la industria de la construcción, pero generalmente las más viables van a depender mucho de la disponibilidad de ese material en la zona, ya que elegir acabados de piedra importados puede elevar demasiado los costos.
Las canteras en Perú son ricas en piedra caliza y piedra laja, aunque también hay extracción local de travertino, granito y mármol, por lo que se trata de buenas opciones, ya que existe disponibilidad local que contribuye a la sostenibilidad y eficiencia económica al reducir los costos y el impacto ambiental de tu proyecto.
Piedra caliza
Es ampliamente conocida por su acabado gris suave, lo que la hace ideal para fachadas y revestimientos. Aunque tiene una resistencia moderada, es suficientemente robusta para ser utilizada en la mayoría de las estructuras arquitectónicas. Su textura uniforme y su amplia gama de colores naturales permiten que se integre perfectamente con diversos estilos arquitectónicos, desde los más modernos hasta los más tradicionales.
Piedra laja
La piedra laja se caracteriza por una composición que permite extraer “lajas” delgadas, que facilitan su instalación en acabados, creando una textura rica y una estética muy distintiva, que además ofrece una alta resistencia a diversas condiciones climáticas. Por ello, es una opción excelente para revestimientos de paredes interiores y exteriores, así como para elementos funcionales y decorativos en jardines y patios.
Piedra travertino
El travertino es una forma de piedra caliza depositada por fuentes minerales, especialmente conocida por su estructura porosa y su resistencia a las cargas. Estas cualidades la hacen perfecta para áreas de mucho tráfico como pisos, escaleras y áreas comunes en edificios residenciales y comerciales. El travertino aporta durabilidad, funcionalidad y una paleta de colores cálidos que varían desde tonos crema hasta marrones suaves.
Granito
Por su dureza, el granito es ideal para aplicaciones que exigen un alto nivel de resistencia y durabilidad. Es la elección preferida para encimeras de cocina, pisos de alto tráfico y escaleras en proyectos comerciales y residenciales. Además de ser muy resistente a la abrasión y a los arañazos, es estéticamente muy agradable debido a la granularidad de sus patrones únicos. Además, su capacidad para resistir cambios de temperatura y condiciones climáticas adversas lo hace adecuado tanto para aplicaciones interiores como exteriores.
Mármol
El mármol es un material de construcción lujoso y muy valorado por su rica paleta de vetas naturales. Aunque no es tan duro como el granito, es perfectamente apto para suelos, paredes y encimeras. Sin embargo, requiere más mantenimiento para conservar su brillo y es más susceptible a manchas y ácidos que otras piedras. Su uso en exteriores se limita generalmente a climas menos extremos, ya que puede sufrir desgaste con la exposición a ácidos ambientales y climas muy fríos o húmedos.
Conoce aquí los tipos de cementos para construcción
Tipos de acabados de la piedra natural
Una de las cosas que hacen que la piedra sea un material de construcción tan versátil es que se le pueden dar diferentes acabados para mejorar sus características estéticas y también para mejorar su funcionalidad. Elegir el acabado adecuado es importante para aprovechar al máximo las características de cada tipo de piedra.
Pulido
Implica lijar la superficie de la piedra con abrasivos cada vez más finos, hasta obtener un “brillo espejo” que destaca la riqueza y profundidad de color y veta de la piedra. El mármol y el granito pulido son comúnmente usados en interiores, por ejemplo en encimeras, pisos y revestimientos de paredes. Es importante tener en cuenta que las superficies pulidas requieren mantenimiento regular para mantener su brillo y además pueden ser muy resbaladizas cuando están mojadas.
Alisado
El acabado alisado es similar al pulido pero sin alcanzar el alto brillo. Se logra deteniendo el proceso de pulido antes de llegar a las fases finales, para obtener una superficie suave y agradable al tacto, pero con un acabado más bien mate.
Lajado
El acabado lajado, también conocido como apiconado, proporciona una superficie rugosa y texturizada que es ideal para exteriores. Este acabado se logra al tratar la piedra con herramientas de percusión que crean una superficie irregular y antideslizante, perfecta para patios, caminos y otras áreas de tránsito expuestas a los elementos.
Flameado
Este acabado se consigue aplicando una llama de alta temperatura a la superficie de una roca granítica. El calor intenso provoca una expansión desigual de los cristales en la piedra, haciendo que la superficie estalle y dejando un acabado texturizado áspero y resistente al deslizamiento, mismo que es una buena elección para entradas de vehículos y áreas de mucho tráfico peatonal.
Arenado
Este acabado se logra mediante el bombardeo de la superficie de la piedra con partículas de arena a alta presión. El resultado es una superficie mate con una textura más uniforme que la del acabado flameado o lajado. Es ideal para fachadas de edificios y otras superficies exteriores donde se desea una apariencia más sutil y uniforme.
Cepillado
Se consigue pasando cepillos de alambre sobre la superficie de la piedra, suavizando la textura y dejando un aspecto ligeramente ondulado. Este acabado es menos resbaladizo que el pulido y es ideal para interiores donde se busca una superficie de piedra con carácter y profundidad visual, pero sin el brillo intenso del pulido.
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